martes, 30 de noviembre de 2010

m8


Es igual que cuando encuentras..no se, aquel viejo libro que tanto te gustaba y habías aparcado al fondo de debajo de la cama porque ya no te interesaba, o eso pensabas, claro. Después sucede que un día haciendo limpieza lo sacas de allí abajo lleno de polvo...

Y le dedicas tiempo otra vez, te sientas en el borde de la cama y ya tan solo con mirar esa portada llena de polvo, sonríes, los recuerdos te asaltan de repente en forma de avalancha que transporta uno a uno cada momento que perdías leyendo aquello, piensas.. miras al techo.. y suspiras, que buenos momentos. Soplas para quitar todo lo acumulado, lo viejo, lo desgastado... y de pronto parece nuevo otra vez. Entonces comienzas a pasar paginas parándote a leer cada una de las anotaciones que habías hecho en los bordes, y te sorprenden... te ríes sola mientras la aguja del reloj pasa hasta que tu madre te llama para cenar, y es entonces cuando te das cuenta de que pasarías el tiempo leyendo aquel viejo libro una y otra vez...

Es lo mismo, paso tiempo contigo, mi tiempo... que bueno, de alguna manera también lo considero tuyo ahora, porque claro esta que las relaciones son fruto del tiempo invertido en ellas.. a veces no es más del que te gustaría, o del que me gustaría, pero si nuestra relación es el fruto de eso.. esta bastante madura, es una chorrada, pero es cierto. Además de que ese tiempo tampoco esta mal invertido, lo pasamos bien juntos y además disfrutamos el uno del otro y si te paras a pensar en las horas que nos hemos visto, a lo largo de los dias, el resultado de estas es proporcional a lo conseguido, al punto donde estamos.. Comparado con una montaña creo que es... pues casi la cima, no creo que lleguemos nunca a ella, puesto que en el amor nunca se para de crecer y nunca se deja de querer. Pase lo que pase, se que te querre siempre.

Una vez más, aquí estoy.

1 comentario:

  1. "en el amor nunca se para de crecer y nunca se deja de querer"
    me encanta, sin más comentarios

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