El destino siempre logra sorprendernos pero la verdad es que apareciendo en mi vida ella logro incluso vencer al propio destino. Cuando la conocí apenas llamaba mi atención, tal vez porque le gustaba pasar desapercibida, o simplemente porque yo tampoco había despertado curiosidad en ella. Con el tiempo me di cuenta de lo equivocada que estaba. Al principio no sabía bien como mostrarme cuando la tenía delante, daba la sensación de que la conociera desde hace ya algún tiempo, aun que en realidad no fuera así. Seguía equivocada. Paso el tiempo, 1 año, 2 años, 3 años. Y sabéis que? Todavía sigo equivocada, y es lo que más me gusta de todo esto. Porque a pesar de todo lo vivido ella todavía tiene algo con que sorprenderme.
Felices diecisiete Moni!!
Te quiero
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