viernes, 4 de septiembre de 2009

NUEVO


El mundo allí fuera seguía siendo igual de duro. Pero a esa sensación de amargura se le interponía otra de curiosidad. Apenas podía mirarle, despertaba en ella algo más que respeto y aún que pasaban días sin verse sus ojos ya le habían contado muchas mas cosas de las que podría haber soltado por la boca. Tras aquella noche solo quería seguir descubriéndolo. Destaparlo. Mirarlo, superar ese miedo y oírlo hablar una vez más. Notaba algo en su interior que se despertaba. Tapada entre sus sabanas, se dio media vuelta y segundos mas tarde se durmió. A unos cuantos kilómetros de distancia, se encontraba la persona con la que había estado pensando todo este tiempo. Él ni siquiera lo sabía, pero ella esperaba poder susurrárselo al oído algún día de estos.

/lut

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